.

.

sábado, 8 de octubre de 2011

Lágrimas que caen en silencio, deslizándose por mi rostro buscando un sitio donde esconderse. Lágrimas que no cesan. Lágrimas de reencor, de impotencia... Lágrimas por ti, por el daño que me hiciste, por todos esos desprecios, por todas esas veces que hacías que me hundiera en un agujero sin fin. Pero a pesar de todo, lágrimas por tu ausencia, porque te necesito. Necesito tu apoyo. Esas escasas sonrisas que me regalabas en los momentos tristes, las necesito. Te necesito en mi vida, porque sin ti ésta ya no tiene sentido. Desde que te fuiste tengo la sensación de que me falta algo, y ese algo eres tú.