.

.

martes, 23 de octubre de 2012

Yo sólo QUIERO a alguien que me QUIERA, que me lo DIGA y que me lo DEMUESTRE.

 Foto preciosa que he cogido de una página de Tumblr (no sé cuál)

lunes, 22 de octubre de 2012

Duele que una persona con la que te has tirado horas y horas hablando, de repente pase de ti. Y más duele el ver como le dice lo mismo que te decía a ti a otras. Me siento engañada, como si todas esas cosas que me decías fuesen mentiras. Parece que para lo único que me querías era para divertirte, pero ahora has encontrado a otra con la que hacerlo. Y aquí me tienes, triste, sin ganas de nada, pensando a todas horas en ti.
¿Cómo se puede echar de menos a alguien que te ha hecho tanto daño? No me lo explico, pero es lo que me pasa. Mi vida con esa persona era bastante dura, pero tenía algo que me hacía sentir bien, a pesar de todos eso males. Ahora me siento vacía, siento que me falta algo. La necesito a mi lado, pero me da miedo que me vuelva a hacer daño. Es algo raro, no sé.
Mañana operan a mi primo, que después de varias sesiones de quimioterapia, se le ha vuelto a reproducir el tumor. Tiene tres años, pobre criaturita. A él se le ve bastante bien, siempre sonríe y no para quieto, pero sabemos que sufre y no sólo él, nosotros, su familia, también sufrimos. Yo sólo espero que todo vaya bien y que vuelva a ser el que era antes. No puedo hacer mucho, sólo me queda la fe y la esperanza.

 Siento rabia, odio, ira, rencor, tristeza, angustia… Siento que mi vida se derrumba, que la muralla que me rodea se va cayendo cada vez más rápido y me quedo sola, sin nada donde refugiarme de la vida, esa vida cruel que me destroza minuto a minuto. Siento que mi corazón se despedaza, que está roto de dolor. Mi alma se apaga, no puede más. Ha recibido demasiados golpes. Poco a poco voy cayendo, sola, sin nadie a mi alrededor que pueda sostenerme. La vida sigue dándome golpes y yo voy apagándome más y más rápido. Me caigo. Me duele. Me duele el alma. Me duele la vida.

domingo, 21 de octubre de 2012

M.


A veces me pregunto por qué te fuiste, qué pasó para que de repente me abandonaras sin dar ninguna explicación. ¿Sabes? Te echo mucho de menos. Echo de menos esas conversaciones que teníamos cada día, que no tenían fin; podíamos estar horas y horas hablando y no cansarnos en ningún momento. Siempre teníamos algo de que hablar. Echo de menos el despertarme y ver un “buenos días cachorrita” tuyo. Echo de menos el irme a dormir con un “Buenas noches enana”. Echo de menos esos sabios consejos que hacían que me sintiera bien, y esas bonitas palabras que me dedicabas cada día. Echo de menos las risas. Lo echo de menos todo; incluso cuando me regañabas por beber cerveza. Te extraño. No sabes cuanto. No hay día en el que no piense en ti. Sueño con que un día me despierto y tengo un mensaje tuyo diciéndome que ya estás aquí, que has vuelto y que no volverás a dejarme sola.
Sé que eso no va a pasar, porque tú has decidido marcharte y supongo que por algo será. Imagino muchas cosas, pero yo espero que estés bien y feliz, aunque te hayas olvidado de mí, lo espero; porque te quiero y sé que tú alguna vez lo hiciste también. No puedo evitar no derramar una lágrima cuando pienso en ti.
Has marcado mi vida y siempre te tendré escondida en un rincón de mi corazón, porque fuiste como una segunda madre para mí y una madre NUNCA SE OLVIDA.